Hoy, 14 de agosto, se cumplen sesenta años desde la firma del Decreto-Ley 3268/57 que creó el Consejo Profesional de la Ingeniería, Arquitectura y Agrimensura de la provincia de Corrientes. En una ocasión tan especial y en virtud de lo que se conmemora, dialogamos con el Presidente de la actual Comisión Directiva, Ingeniero Electr. Mario Javier Botello, a quien le preguntamos sobre el significado de estos sesenta años institucionales. Aquí un resumen de lo expresado.
En primer lugar, hay que entender que nuestra institución nuclea a más de mil seiscientos matriculados de diversas disciplinas, ingenieros de distintas especialidades, arquitectos, agrimensores y técnicos, que al igual que los ingenieros tienen diferentes ramas. Es difícil poder decir, sin temor a equivocarme, lo que significa esta fecha para este conjunto tan dispar de profesionales. Pero sí puedo expresar, sin temor, que cada año más de vida de nuestra institución refleja el enorme trabajo que se realiza para garantizarle a la sociedad que se procede en defensa de sus intereses, reglamentando y ordenando el ejercicio de las profesiones de Ingeniería, Arquitectura, Agrimensura y Técnicos. Por ello pertenecer a este CPIAyA, no es un mero trámite legal para matricularse y registrar las tareas profesionales. Pertenecer, implica que creemos en el crecimiento mancomunado de las diferentes matriculas, sin intereses mezquinos y trabajando para hacer grande esta Provincia cuyo futuro construimos día a día.
Siempre pensar un aniversario implica mirar para atrás y hacer un proceso reflexivo y un balance ejecutivo de lo que se ha hecho, el análisis de lo cumplimentado y lo que no se pudo realizar, las causas, los logros y aquello que se debe ajustar, corregir y mejorar, pero también implica, si se tiene un plan estratégico preciso a futuro, o si se tiene la visión o certeza del horizonte planificado, reafirmar las decisiones tomadas continuando el camino trazado de antemano.
Parecería muy extremista hablar de un antes y un después, de un viejo modelo y uno nuevo, pero estamos seguros que algo cambió en el modo de hacer las cosas dentro de la institución y ese quizás sea nuestra mayor contribución en honrar a los muchos profesionales que nos precedieron. El haber logrado que el verdadero dueño de los recursos del Consejo, el matriculado, entienda, y sobre todo, se acostumbre a un nuevo modo de gestionar la organización, un nuevo modo de ser ejecutivos, con agilidad, rapidez, humildad, transparencia, servicio y la comprensión absoluta de que sin la participación abierta y plural, interdisciplinaria y multidisciplinaria, el Consejo no puede cumplir honestamente las funciones para las que fuera creado. Creemos que, de una vez por todas, ha habido un corte, una disrupción en la manera, en la forma y en el fondo, en que se hacían las cosas. Sin decisiones unilaterales, con el mayor consenso, aún en el disenso, con la invitación a formar parte e involucrarse, con la mirada puesta en el desarrollo profesional, tanto en su particularidad como en las condiciones de mercado, en el cumplimiento de las normas y el respeto por las leyes y las instituciones, en la defensa de los derechos del matriculado y la igualdad de condiciones para el desempeño de su labor.
Por otra parte, este año es muy particular para nosotros por la cantidad de obras y eventos que hemos planificado y estamos organizando. Es un año en que remodelamos el edificio institucional, adaptándolo, en esta primera etapa, al Diseño Universal, incorporando la rampa de acceso, un ascensor y la señalética total de la Sede Central, tarea que se encuentra en fase de desarrollo y que se verá concretada antes de finalizar nuestra gestión. Hemos dado un lugar prioritario al interior de nuestra provincia, trabajando mancomunadamente con cada delegación para informarnos de sus necesidades y llevarles soluciones que estén a nuestro alcance, proyectando e inaugurando nuevas sedes, llevando cursos de capacitación destinados a mejorar diversas áreas de interés para el matriculado, recorriendo las sedes para contactarnos con ellos, organizando múltiples jornadas de capacitación en el marco de este sexagésimo aniversario, incluyendo el concurso realizado para el diseño del logo por los sesenta años, el campeonato deportivo que organizamos y que fue una fiesta para los que jugaron y los que compartimos esos momentos, el trabajo cercano y mancomunado con los diversos municipios de la provincia, sobre todo en la capital, también con el Gobierno provincial en el área de construcción en madera y otros ámbitos más específicos, la posibilidad de matriculación de los técnicos de otras especialidades que antes no estaban incluidas en el Consejo y el trabajo que tenemos para integrarlas a nuestra labor, el desafío de mantenernos multimatriculares en un mercado en donde hemos visto cómo separarse no es más que perder la fuerza que la cohesión matricular y plural conlleva, en fin, aunque parezca que las metas son inalcanzables, a veces, podemos afirmar que estamos dejando lo mejor de nuestra parte para ir cumpliendo aquellas que podemos e ir desandando el camino de aquellas que sabemos que llevarán más tiempo resolver. Pero sobre todo, destaco de nuestra gestión que tenemos la particularidad de escuchar todas las posturas, ideas y justificaciones, antes de tomar una decisión o iniciar un trabajo. En una sociedad que cada vez confronta más, creemos que el saber escuchar, el diálogo permanente, el consenso y aun el disenso, se convierten en constructivos del abstracto social que denominamos bien común. Esta Comisión Directiva ha entendido, desde el primer día en que inició su gestión, que solamente el avance conjunto, es decir, con la participación plural, multidisciplinaria y democrática de todos los actores involucrados, logrará cumplir con las expectativas fijadas para el cambio deseado.
Quiero, en nombre de toda la Comisión Directiva que presido, desearles a todos los matriculados ingenieros, arquitectos, agrimensores y técnicos en todas sus diversas especialidades, un feliz aniversario, incorporando en este saludo nuestro agradecimiento a los profesionales que nos precedieron en las diferentes comisiones, involucrándose, con sus aciertos y errores, con sus más y sus menos, pero con vocación de servicio, ad honorem, dejando de lado trabajo y familia por el futuro de este Consejo Profesional. A todos ellos, y a todos ustedes, ¡Felicidades!